SONETOS
Estoy
soñando un mundo de colores
En
el cielo irreal del pensamiento
Por
los caminos de los sentimientos
Por
los senderos de las ilusiones.
Un
mundo azul, carente de dolores
Sin
hambres, guerras, mentiras. Sin tormentos
Dándole
de beber a los sedientos
Donde
se hablen de paz los corazones
En
este cielo, de colores soñado
Este
lugar, magnifico e incierto
Donde
cante el juglar enamorado
En
el medio del pecho colocado
Es
el cielo que llevamos dentro
Ese cielo que tanto hemos buscado.
De
mirar en el cielo, los poetas
De
juntar las palabras en los versos
La
forma de expresar sus pensamientos
De
buscar en nuestras mentes inquietas
De
no querer cerrar ninguna puerta
De
batallar seguros y contentos
En
un oasis de amor y sentimientos
Tan
sólo es la palabra lo que cuenta.
Subiremos
al campo de la aurora
Olvidaremos
a todos los inventos
Que
en la mente del hombre se amontonan
Hoy
poco son para todos portentos
Ni
en la paz de la vida colaboran
Sembrando
la semilla de los muertos.
De
los muertos del mundo estoy hablando
Esos
que mueren cada día un pedazo
Se
les coló la muerte en sus regazos
Por
los campos del mundo caminando
No
solo de vivir el hombre muere
Se
muere de vivir sin tener vida
De
saber que la partida está perdida
Se
muere a pesar de que no quiere
No
solo le alimenta la comida
Si
en el campo del alma ya no tiene
La
fe ni la esperanza de la vida.
Es
una lucha estéril y perdida
Cuando
el tren del destino se detiene
En
vía final donde todo termina.
No
comulgo con ruedas de Vespinos
Ni
me creo la paz de los telediarios
Si
Jesulín se casa con la Campanario
Me
deja el cuerpo de cubito supino.
No
me creo el triunfalismo del Aznar
Ni
en su corte de necios panfletarios
Que
mienten mientras rezan los rosarios
Para
que les concedan los bienes de ganar.
Me
repugna que el jefe americano
Defienda
a los que aprietan el gatillo
Ignorando
si se les fue la mano.
El
que se mueran de hambre los afganos
O
que los pasen a todos a cuchillos
Le
da igual pues no son sus hermanos.
Que
en Kioto no firmen los convenios
Ni
acepten los acuerdos por la Tierra
Más
que asustarnos, de veras, nos aterra
De
que estos locos se piensen que son genios.
¿Quien
puso en el despacho al botarate,
Fanfarrón,
ignorante, presumido
Alcohólico,
farsante, resentido
Camorrista
y loco de remate?
Piqué,
con sus golpes de cabeza
Nos
hizo a todos siervos del bandido
Aumentando
aún más nuestra tristeza.
Dejando
al descubierto la pobreza
De
que al amo del mundo sometidos
Simplemente
porque nada en riquezas.
Paco González Maqueda